Pronunciamiento de la Colectiva Alejandra Kollontai
Nosotras, feministas, lesbianas, homosexuales y heterosexuales, nos hemos organizado en la Colectiva Feminista Alejandra Kollontai, para hacer propuestas teóricas y políticas que avancen la agenda feminista radical dentro de las filas revolucionarias. Hemos decidido salir a la calle para apoyar las demandas históricas de las feministas y la diversidad sexual en lo que se refiere a la incorporación de temas como la legalización del aborto, el reconocimiento legal de uniones de personas del mismo sexo y el derecho de las personas transexuales a la identidad en el actual proyecto de Ley Orgánica de Equidad e Igualdad de Género que propone la Asamblea Nacional.
Hasta ahora, las diputadas y diputados de la Asamblea Nacional se han aproximado al tema del aborto y a las demandas de la población sexodiversa desde el lente del tabú, el prejuicio y la pragmática de las encuestas, no desde una perspectiva revolucionaria. La ausencia de políticas públicas en estos aspectos tan delicados, nos ha llevado a situarnos como el país con mayor índice de embarazos tempranos y no deseados en niñas y adolescentes, a una elevada tasa de muertes de mujeres por realizarse abortos en condiciones de inseguridad médica debido a su clandestinidad y a la criminalización de la pobreza, además de la expansión de las llamadas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y todo el drama socio cultural que esto conlleva.
Por todas estas razones, demandamos que la Asamblea Nacional considere las peticiones de los movimientos feministas y de la diversidad sexual, abra la discusión a los diversos sectores implicados, de a conocer públicamente el proyecto de Ley y su discusión e incluya el propuesto por la diputada Romelia Matute, rechazado sin discusión.
Es importante destacar que estamos en un Estado de derecho y justicia social laico, más allá de los posicionamientos morales que los diputados/as tengan al respecto. Es el momento propicio para impulsar no sólo transformaciones en el ámbito jurídico, sino cultural. Es necesario desmontar los viejos prejuicios y fobias, productos de la ignorancia y de la discriminación de clase, etnia y de sexo, y que no se corresponden con el actual proceso transformación que vive nuestro país ni con la actual Constitución.
Nosotras, como feministas, consideramos que los asuntos relacionados con el cuerpo, el sexo y la sexualidad no están confinados a la esfera de la vida privada, son políticos y producen efectos sociales palpables, tales como la constante proliferación de discursos llenos de intolerancia, la comercialización del cuerpo de la mujer, los actos de asesinato, violación, agresión y humillación que experimentan las lesbianas, homosexuales, transgéneros y transexuales.
Los derechos de las mujeres y de la población sexodiversa son cuestiones de alta política. Demuestran el grado más elevado de consciencia en una sociedad revolucionaria. Las diputadas y diputados de la Asamblea Nacional, deben colocarse a la altura de la situación política y de las demandas de los grupos más excluidos y discriminados. Demandamos que la Asamblea Nacional debata sobre la legalización del aborto como medida clave en el diseño de políticas públicas que garanticen la salud de las mujeres y que, a través de la ley de equidad e igualdad de género se tomen medidas efectivas que garanticen los derechos políticos y sociales de lesbianas, homosexuales y transexuales que todavía no tienen plenos derechos ciudadanos y experimentan exclusiones de todo tipo.
Demandamos propuestas políticas acordes con los principios socialistas y feministas. Ya es hora de dejar atrás el pragmatismo y el cálculo político. Empecemos, de una vez por todas a tomar decisiones responsables, revolucionarias y de vanguardia. Estos asuntos están ubicados en la esfera de los derechos humanos y no el ámbito penal, moral o religioso. Principios políticos de igualdad, dignidad y equidad para todas y todos.
¡Los derechos no se negocian, se exigen! ¡Basta de mojigatería en la Asamblea Nacional! ¡Basta de la hipocresía de las diputadas y diputados! ¡Por un socialismo feminista y sexodiverso!
Jessie Blanco María Hernández Royett Richard Martínez Diana Ovalles Márquez Marianela Tovar Núnez Javier Véliz